sábado, 13 de junio de 2009

Prólogo de Anteo Scordamaglia

“Lo bueno, si breve,
dos veces bueno.”

Gracian
1510-1600

La sentencia del filósofo y pensador Español viene muy bien para aplicar a todo el arte, en especial al que se desarrolla en el formato pequeño. El ex libria es una obra casi en miniatura. Además es muchas otras cosas.
El término Ex-Libris proviene de la locución latina cuyo significado es “ de entre los libros de…” es decir libro procedente de …”, hoy decimos con mayor claridad “perteneciente a…”
Primero debemos escribir sobre su génesis, su devenir, su razón de ser y su vigencia. El ex-libris tiene una trayectoria importante enclavada en la historia misma de la humanidad. Los comienzos se sitúan de manera aproximada en el 1500 A.C. Los historiadores coinciden en que el primer ex-libris reposa en el British Museum de Londres y se trata de una tablilla de barro cocido y esmaltado, lleva una leyenda jeroglífica. Perteneció a la Biblioteca del Faraón Amenofis III. También se sabe que en las cajas de rollos y papiros se incluía una plaqueta (ex-libris), denotando la posesión o propiedad de esas cajas. La forma y la fórmula que hoy tienen los ex-libris se mantienen desde el Medioevo. Sin embargo, es en el Renacimiento cuando se crea el Ex libris tipográfico, algunos ilustrados con retratos. En el Siglo XVI se extiende por toda Europa.
Su suerte fue dependiendo de la evolución del libro. Del desarrollo de la imprenta y de la encuadernación, Queda ligado, además, a la bibliofilia y al poder social y económico.
Al industrializarse la producción del libro y por ende masificarse su uso, el progreso tecnológico de la imprenta y algunas otras circunstancias, relegaron al ex-libris a los sectores mínimos del coleccionismo, hasta casi su desaparición en el siglo XIX. A fines de ese siglo y a comienzos del XX, los Ex libris gracias a la acción denodada de los coleccionistas y bibliófilos, que organizan exposiciones para divulgarlo y recuperarlo, vuelve a tomar identidad y un auge importante.
Más reciente, en la década del 70, aparecen numerosas publicaciones ocupándose de sus aspectos técnicos y de divulgarlo de manera constante. Es esta acción la que produce el rescate desde dos vertientes diferentes y considerables. Una, dentro de su génesis, identificar al propietario del libro, y la otra, como obra de Arte independiente y de colección.
En la actualidad invade desde su posición de obra de arte independiente de otras disciplinas, Centros Culturales, Museos y Asociaciones organizadoras de concursos y promociones para acentuar el coleccionismo y el placer de nuevos dilectantes.
Algunas de esa Asociciones fueron creadas : en Inglaterra en 1890. En Berlin, Alemania en 1891. En Nancy, Francia, en 1894, ésta última que lleva la sigla AFCEL, cuenta con asociados en todas partes del mundo y más de 500 bibliotecas, Asociaciones de arte e Instituciones Municipales adheridas. Sería largo continuar enumerando Asociaciones, Museos y Centros especializados que, al igual que en Argentina, Xylon, sociedad de grabadores y Gadel, gente amiga del Ex libris, organizan concursos, exposiciones y divulgan con publicaciones y conferencias.
Digamos como colofón que en nuestro país hay muy buenos grabadores que trabajan y nutren a esta singular especialidad, compitiendo con éxito en los medios locales e internacionales. Siguen, sin dudas, las huellas de todos los tiempos dejadas por los grandes maestros del Arte : Durero, Hans Holmbeid, Lucas Cranach, Goya, Bonnard, Valloton, Klint y tantos otros.
Podríamos escribir más y aportar otros datos y experiencias, pero dejamos respetuosamente que usted guste y vea esta exposición que también es un aporte al conocimiento y a la divulgación de una especialidad proba y singular.

Anteo Scordamaglia.